Análisis

Desafíos relativos a la rehabilitación en las sociedades que envejecen: La necesidad de adoptar un enfoque integral

Análisis

Desafíos relativos a la rehabilitación en las sociedades que envejecen: La necesidad de adoptar un enfoque integral

La rehabilitación es una cuestión fundamental para las personas y la seguridad social. Si bien ya había adquirido protagonismo en el contexto de las sociedades que envejecen, la pandemia de COVID-19 ha resaltado aún más la importancia del papel que desempeña la rehabilitación, ya que muchas de las personas que han contraído esta enfermedad necesitan ayuda para volver a una vida personal y profesional normal. Los programas de rehabilitación basados en un enfoque integral, que comprenden servicios de cuidados, asistencia para el regreso al trabajo y prestaciones sociales y que, al mismo tiempo, mejoran la cooperación entre los distintos actores, han demostrado ser los más prometedores para satisfacer de manera eficaz las crecientes necesidades de rehabilitación.

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rehabilitación es “un conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir la discapacidad en personas con afecciones de salud en la interacción con su entorno” (OMS, 2020). Desempeña un papel fundamental en los cuidados y en la recuperación de las personas. Es un elemento esencial para mejorar la salud y el bienestar físico y mental de las personas, puesto que las capacita y apoya para que alcancen su máximo potencial y, cuando sea posible, lleven una vida plena y activa. Toda persona puede necesitar rehabilitación en algún momento de su vida, ya sea por una lesión, una operación de cirugía, una enfermedad o una dolencia, o bien por la disminución de la capacidad funcional debido a la edad.

Las necesidades de rehabilitación están en aumento. Uno de los múltiples motivos es que los factores cambiantes de riesgo para la salud provocan un aumento de la prevalencia de las enfermedades crónicas y de la incidencia de los problemas de salud mental en los grupos de población más jóvenes en edad de trabajar. Sin embargo, el factor más importante que hace necesario reforzar la rehabilitación es el rápido envejecimiento de la población en muchas regiones de todo el mundo.

Las personas viven más tiempo –se prevé que la proporción de personas mayores de 60 años se duplique de aquí a 2050– y cada vez más personas padecen patologías crónicas como la diabetes o el cáncer, o las secuelas de los accidentes cerebrovasculares. La discapacidad es una de las dificultades a las que se enfrentan las instituciones de seguridad social en este contexto, puesto que tiene repercusiones en las personas, las sociedades, las economías y la sostenibilidad financiera de los sistemas de seguridad social.

La rehabilitación es indispensable para apoyar a las personas con discapacidad de todas las edades y para promover su inclusión, su actividad y su empleo. Para fomentar una vida laboral más prolongada y retrasar la necesidad de cuidados, es fundamental combinar las estrategias de prevención con las de intervención temprana y aumentar la inversión en sistemas de rehabilitación integrales y centrados en las personas.

En consecuencia, la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) intensifica la labor en materia de rehabilitación (AISS, 2021) teniendo en cuenta la manera en que la pandemia de COVID-19 afecta a las necesidades y las capacidades de rehabilitación. El carácter multidisciplinario de la rehabilitación –que abarca los accidentes de trabajo, la atención de salud, la asistencia para el empleo y las prestaciones por enfermedad– inspiró la reciente creación del Grupo de trabajo especial de la AISS sobre la rehabilitación. El Grupo de trabajo, que está formado por miembros de Alemania, Austria, Azerbaiyán, Bélgica, el Canadá, los Estados Unidos de América, Finlandia, Indonesia, Italia, Malasia, México, Nigeria, el Reino Unido y la República de Corea, estudia el papel de la rehabilitación en el fomento de la vida activa y de la participación en el mercado de trabajo. Sobre la base de un enfoque intersectorial y con la colaboración de las Comisiones Técnicas de la AISS correspondientes, el Grupo de trabajo ofrece una plataforma transversal para intercambiar buenas prácticas y promover una visión integral de la rehabilitación como pilar importante de la seguridad social.

Mediante una variedad de actividades, entre ellas webinarios, la AISS examina los sistemas de rehabilitación actuales y estudia cuáles son los factores que influyen en la elaboración y aplicación de un sistema eficaz de rehabilitación y de regreso al trabajo. Los sistemas de rehabilitación de trabajadores que padecen una enfermedad o han sufrido un accidente se consideran, cada vez más, elementos importantes de las políticas dirigidas a una mano de obra que envejece. Esas actividades contribuirán a la elaboración y actualización de las Directrices de la AISS sobre el Regreso al Trabajo y la Reintegración y las áreas conexas relativas a la administración de la seguridad social, así como a una serie de eventos importantes, con el fin de velar por la intensificación de la cooperación internacional y el intercambio de buenas prácticas en este ámbito.

El 27 de enero de 2021, la AISS celebró un primer webinario centrado en las Estrategias de rehabilitación tras la COVID-19 en el que participaron expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de organizaciones miembros de la AISS de Alemania, Bélgica, el Canadá y la República de Corea, que expusieron sus inquietudes y soluciones relativas a los efectos de la pandemia.

El 21 de abril de 2021 se celebró un segundo webinario de la AISS sobre Políticas de rehabilitación y regreso al trabajo: La necesidad de un enfoque holístico. En este evento se presentó un buen resumen de los desafíos expuestos por la OMS y de las respuestas a las crecientes necesidades de rehabilitación. Organizaciones miembros de la AISS de Bélgica y el Canadá ilustraron sus respectivas experiencias nacionales.

En este contexto, en el presente artículo se destacan las cuestiones principales planteadas por las organizaciones internacionales y las instituciones miembros de la AISS, y se analizan diferentes aspectos de la rehabilitación.

Un alcance más amplio de la rehabilitación

El concepto de rehabilitación debe entenderse en un sentido amplio, de modo que abarque todas las medidas de carácter médico, laboral o social dirigidas a posibilitar que las personas recuperen un lugar adecuado en la vida profesional y económica, y en la sociedad. El objetivo de la rehabilitación médica es restaurar la capacidad funcional o mental y la calidad de vida de las personas con impedimentos o discapacidades físicas o psíquicas. La rehabilitación profesional (u ocupacional) permite a las personas con impedimentos o discapacidades físicos o psíquicos superar los obstáculos al acceso y mantenimiento del empleo, y al regreso al trabajo. Por último, la rehabilitación social facilita a las personas con discapacidad la participación en la vida social.

La rehabilitación consiste en servicios médicos, terapéuticos, sociales, educativos, técnicos, de enfermería o de orientación profesional, así como en la adaptación del entorno de la persona. Puede proporcionarse en muchos contextos diferentes, que abarcan desde entornos hospitalarios o ambulatorios hasta clínicas privadas, pasando por entornos comunitarios, como la vivienda, lo que permite satisfacer las necesidades de las personas de edad avanzada o con varias patologías crónicas que desean vivir de forma autónoma. Para lograr un buen sistema de rehabilitación es crucial mejorar los servicios de rehabilitación comunitarios y prevenir la dependencia de los servicios de cuidados y de apoyo mediante la promoción de la vida independiente.

Las ventajas de la rehabilitación

La rehabilitación es una inversión que aporta beneficios en términos de costos tanto a quien la precisa como a la sociedad. Puede reducir los efectos discapacitantes de un amplio conjunto de problemas de salud, ya sean enfermedades agudas o crónicas, dolencias o lesiones. Puede ayudar a evitar hospitalizaciones costosas, reducir su duración y evitar los reingresos. Asimismo, hace posible que quienes la reciben puedan participar en actividades educativas y tener un empleo remunerado, llevar una vida independiente en su hogar y reducir al mínimo la necesidad de recibir apoyo financiero o de que otra persona se ocupe de cuidarlas.

La AISS ha elaborado, en colaboración con la Comisión Técnica del Seguro de Accidentes del Trabajo y de las Enfermedades Profesionales, un estudio titulado La rentabilidad de la reintegración al trabajo (Echarti, Schüring y Kemper, 2017). En el estudio se estima la rentabilidad global de las inversiones relativas a las medidas de rehabilitación médica y profesional para los trabajadores lesionados y para los trabajadores ausentes por razones de salud, con el objetivo de su reintegración al lugar de trabajo. El análisis costo-beneficio realizado muestra que la rentabilidad promedio de la tasa de inversión para los empleadores es de 3,7 y para los sistemas de seguridad social, de 2,9. Desde la perspectiva de la sociedad, las ganancias estimadas en términos de la productividad superan a las inversiones en un factor de 2,8.

La necesidad de un enfoque integral

Reforzar el sistema de salud

La salud es un elemento fundamental de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (Naciones Unidas, 2015), y se materializa en el objetivo 3: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”. Cuando las personas se enfrentan a dificultades relacionadas con su bienestar físico o mental, su calidad de vida se ve afectada. La rehabilitación consiste esencialmente en capacitar y ayudar a las personas a reponerse o adaptarse durante esos periodos, con el objetivo de que recuperen sus capacidades funcionales.

Para que la rehabilitación cumpla todos sus objetivos, debería hacerse lo posible por fortalecer el sistema de salud en conjunto y que la rehabilitación forme parte de la atención sanitaria a todos los niveles, así como de la cobertura sanitaria universal. Todas las personas deberían tener acceso a los servicios de salud y a los medicamentos que necesiten sin pasar apuros económicos. Como indica la OMS, esto también se refiere a los servicios de rehabilitación, que están adquiriendo una importancia cada vez mayor debido a la prevalencia creciente de las enfermedades crónicas y al envejecimiento de la población.

En 2017, la OMS puso en marcha la iniciativa Rehabilitación 2030 (OMS, 2017), en la que se hace un llamamiento a las partes interesadas de todo el mundo a colaborar en distintos ámbitos prioritarios, en particular para mejorar el liderazgo y la gobernanza, fomentar una red multidisciplinaria de profesionales de la rehabilitación, ampliar la financiación destinada a la rehabilitación y mejorar la compilación de datos y la investigación sobre rehabilitación.

Para lograr estos objetivos, la OMS ofrece a los gobiernos orientación práctica para reforzar los distintos componentes básicos del sistema de salud en relación con la rehabilitación, y ayuda a los ministros de salud a adoptar las decisiones relativas a la planificación de los servicios y a la elaboración de los presupuestos destinados a la rehabilitación con arreglo a las necesidades y prioridades del país.

Respuestas de todas las ramas de la seguridad social

Los sistemas de seguridad social deben adaptarse a la evolución de las necesidades de todos los grupos de población mediante un planteamiento integral y el fomento de la autonomía de las personas. De esta manera, se evita la necesidad de prestaciones y servicios, y se promueve la participación en el mercado de trabajo, la actividad y la productividad.

El envejecimiento de la población alterará la demanda de seguridad social y de cuidados de salud adecuados y sostenibles y, al mismo tiempo, en igualdad de circunstancias, llevará a una reducción de las cotizaciones y a un aumento del gasto social. Para contribuir a la sostenibilidad financiera de los programas de seguridad social, las administraciones de la seguridad social adaptan sus respuestas a cada persona para apoyar la rehabilitación proactiva y la reinserción en la actividad económica de las personas excluidas del mercado de trabajo.

La situación de las personas con discapacidad ha evolucionado considerablemente en los últimos tiempos, en comparación con la época en que se establecieron los primeros regímenes de prestaciones de invalidez de larga duración. Los avances médicos, la naturaleza cambiante del trabajo y la mayor accesibilidad de los entornos de trabajo han aumentado las posibilidades de que las personas con discapacidad recuperen la capacidad de trabajar y encuentren un empleo. A pesar de esta nueva realidad, las tasas de regreso al trabajo siguen siendo reducidas. Como resultado, los regímenes de invalidez cada vez buscan más métodos eficaces para reducir los desincentivos y reforzar el apoyo prestado para aumentar al máximo la participación de los beneficiarios en el mercado de trabajo.

Dado que la ausencia por enfermedad de larga duración es uno de los factores principales que llevan a la inactividad, constituye un indicador importante que pronostica la salida de la persona del mercado de trabajo, junto con la pensión de invalidez (OCDE, 2010) y la jubilación anticipada. Estas son las principales cargas financieras para los miembros de la AISS y la sociedad. Está claro que es importante adoptar medidas de prevención dirigidas a evitar la enfermedad tanto en el lugar de trabajo (intervenciones de seguridad y salud en el trabajo) como fuera del contexto laboral (intervenciones de salud pública). En caso de enfermedad, las medidas de intervención temprana centradas en la rehabilitación y en el regreso al trabajo son fundamentales para reducir al mínimo las ausencias que dan lugar a situaciones de incapacidad.

La rehabilitación también es importante para velar por un entorno de trabajo inclusivo en el futuro y no dejar a nadie atrás. En la Declaración del centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo (OIT, 2019), adoptada por la OIT en junio de 2019, se subraya la necesidad de adoptar un enfoque centrado en las personas y se hace referencia explícita a la necesidad de asegurar la igualdad de oportunidades y de trato para las personas con discapacidad. El enfoque basado en los derechos de las personas con discapacidad, que se refleja en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, está en consonancia con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2016).

En el Canadá, el Consejo de Indemnización de los Trabajadores de Saskatchewan (Saskatchewan Workers' Compensation Board – WCB) ha establecido las condiciones mínimas relativas al contacto temprano y proactivo con los beneficiarios, a fin de detectar y superar los obstáculos a la rehabilitación eficaz y al regreso al trabajo. La institución ha sabido reconocer las oportunidades idóneas para proporcionar a su personal y a los empleadores formación sobre un nuevo modelo, más centrado en los beneficiarios, de prevención de la incapacidad para trabajar y de regreso al trabajo.

El Ministerio de Empleo y Desarrollo Social (Employment and Social Development Canada – ESDC) del Canadá ha emprendido una reforma de los elementos posteriores a los subsidios del régimen de invalidez del Plan de Pensiones del Canadá (Canada Pension Plan Disability – CPPD), con la finalidad de mejorar los aspectos del régimen que afectan a la situación del beneficiario después de haber recibido las prestaciones. Con la colaboración de la AISS, se está recopilando información fáctica para fundamentar las mejoras, lo que conlleva la realización de una investigación comparativa internacional sobre las buenas prácticas dirigidas a fomentar la participación en el mercado de trabajo de los beneficiarios de la asistencia por invalidez.

Repercusiones de la COVID-19

La pandemia de COVID-19 ha puesto en evidencia la importancia fundamental de la rehabilitación. Tanto la pandemia en sí misma como el aislamiento social, las restricciones de movilidad y la perturbación del sistema de salud amenazan con generar un enorme aumento de las necesidades de rehabilitación, especialmente en las personas de edad.

La crisis también ha ejercido una fuerte presión sobre muchos servicios e instituciones de rehabilitación. Estas últimas han hecho lo posible para dar respuesta al aumento de la demanda, pero, al mismo tiempo, se han visto sometidas a las normas de restricción de acceso a las instalaciones, el distanciamiento físico y las medidas de higiene.

Si no se proporciona un tratamiento temprano e intensivo de rehabilitación en un espacio de tiempo crucial, las posibilidades de recuperación pueden disminuir. Además, la consiguiente crisis económica puede afectar a las oportunidades de rehabilitación de las personas que padecen enfermedades crónicas.

El Instituto Federal de Alemania del Seguro de Pensiones (Deutsche Rentenversicherung Bund – DRV Bund) describe las repercusiones de la pandemia en los servicios de rehabilitación. Los objetivos principales de sus actividades de rehabilitación son mantener la capacidad de trabajar a largo plazo y preservar el empleo de la población en edad de trabajar. Para cumplirlos, cuenta con programas y políticas de prevención de la discapacidad, de regreso al trabajo y de mantenimiento del empleo. No cabe duda de que la prevención es sumamente importante para evitar las pensiones de invalidez y la jubilación anticipada. El Instituto Federal de Alemania del Seguro de Pensiones administra 90 clínicas de rehabilitación, así como cerca de 1 000 proveedores privados, en todo el país. Esta institución se encarga tanto de la rehabilitación médica como de la profesional.

Desde el primer confinamiento debido a la COVID-19 en Alemania, se ha limitado el acceso de los pacientes a los servicios de rehabilitación. Algunas clínicas de rehabilitación se han visto obligadas a cerrar debido a la pandemia. Otras han tenido que modificar su actividad y aceptar únicamente a pacientes de seguimiento o en cuarentena con afecciones moderadas, con la obligación de reducir el número de tratamientos para cumplir los estrictos requisitos de higiene. Otras clínicas han tenido que transformarse en centros de urgencia para pacientes con COVID-19 o en instalaciones de cuidados de larga duración.

Muchos grupos vulnerables, como las personas de edad, no podían acceder a las instalaciones de rehabilitación y numerosos pacientes renunciaron a recibir servicios de rehabilitación. Las enfermedades crónicas no recibieron tratamiento de manera adecuada y las operaciones quirúrgicas se aplazaron. Además, las necesidades de rehabilitación aumentan en los pacientes que han padecido la COVID-19.

Hacia unos servicios centrados en las personas y basados en los datos

La pandemia de COVID-19 también brinda la oportunidad de transformar y rediseñar los servicios de rehabilitación para hacerlos más centrados en las personas y resistentes a futuras olas pandémicas. Se han creado formas híbridas de servicios de rehabilitación mediante la salud electrónica y las aplicaciones en línea. Los sistemas de rehabilitación se benefician de la innovación digital en un entorno laboral que cambia rápidamente, como los programas de rehabilitación a distancia para trabajadores. Además, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) pueden servir para realizar una evaluación de la discapacidad, que ha de ser la primera etapa de una rehabilitación eficaz.

En la República de Corea, el Servicio de Compensación y Bienestar de los Trabajadores de Corea (Korea Workers' Compensation & Welfare Service – COMWEL) ofrece a los trabajadores del sector industrial que han sufrido un accidente prestaciones integradas a medida, que consisten en servicios personalizados de atención médica, rehabilitación o compensaciones oportunas y sistemáticas. Todo ello contribuye a que los trabajadores regresen al trabajo y a la vida social. La concepción de unos servicios de rehabilitación que respondan a las necesidades de los beneficiarios, la interrelación de datos y el aprendizaje automático pueden mejorar los servicios personalizados y las soluciones de regreso al trabajo. En la estrategia de rehabilitación posterior al inicio de la pandemia de COVID-19 se transforma el paradigma de la rehabilitación al pasar de una concepción basada en los servicios a otra basada en las personas, de una rehabilitación centrada en el trabajo a otra de carácter integrado y preventivo, y de los servicios presenciales a los digitales. En este contexto, dicha estrategia también se centra en crear sinergias mediante alianzas con organizaciones externas y la colaboración internacional.

El Instituto Nacional del Seguro de Enfermedad e Invalidez (Institut national d'assurance maladie-invalidité – INAMI) de Bélgica ha puesto en marcha iniciativas para evaluar la discapacidad –en la primera etapa de una rehabilitación eficaz– mediante la utilización de la inteligencia artificial en el marco de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF). Ante el aumento del número de personas con incapacidad laboral, el INAMI busca continuamente herramientas para apoyar el trabajo de los médicos que se encargan de evaluar la incapacidad laboral para las aseguradoras.

Perspectivas de futuro

El envejecimiento de la población y la COVID-19 hacen necesario realizar cambios profundos y adoptar enfoques integrales en el ámbito de la rehabilitación. Los sistemas de rehabilitación deben adaptarse a los nuevos desafíos y seguir estrategias de rehabilitación tras la COVID-19, especialmente en relación con el síndrome de la COVID-19 persistente. En los países en que los servicios de rehabilitación tienen un carácter fragmentado, la crisis actual brinda la oportunidad de concebir sistemas integrados centrados en las personas que sean más resistentes a las próximas olas pandémicas.

Muchos miembros de la AISS se enfrentan a estos desafíos y están inmersos en un proceso de reconsideración de los servicios de rehabilitación. Sobre la base de un planteamiento intersectorial, el Grupo de trabajo especial de la AISS sobre la rehabilitación estudiará la función que desempeña la rehabilitación en el apoyo a la vida activa y el aumento de la participación en el mercado de trabajo. Para ello, promoverá las buenas prácticas y ayudará a los miembros de la AISS a elaborar estrategias de rehabilitación que hagan frente a los desafíos y aprovechen las oportunidades que se presentan tras la pandemia de COVID-19.

Referencias

AISS. 2019. Directrices de la AISS sobre el regreso al trabajo y la reintegración (Edición revisada). Ginebra, Asociación Internacional de la Seguridad Social.

AISS. 2021. Se intensifica la labor en materia de rehabilitación (Noticias y análisis). Ginebra, Asociación Internacional de la Seguridad Social.

Echarti, M.; Schüring, E.; Kemper, G. 2017. La rentabilidad de la reintegración al trabajo. Ginebra, Asociación Internacional de la Seguridad Social.

OCDE. 2010. Sickness, disability and work: Breaking the barriers – A synthesis of findings across OECD countries. Paris, Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. También disponible en francés.

OIT. 2019. Declaración del Centenario de la OIT para el Futuro del Trabajo (108.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, Ginebra, 21 de junio). Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo.

OMS. 2017. Rehabilitation 2030: A call for action (Meeting report). Ginebra, Organización Mundial de la Salud.

OMS. 2020. Rehabilitación (Datos y cifras). Ginebra, Organización Mundial de la Salud.

ONU. 2015. Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Nueva York, NY, Asamblea General de las Naciones Unidas.

ONU. 2016. “Convention on the Rights of Persons with Disabilities” in Treaty Series, vol. 2515, pág. 3. También disponible en francés.