El cambio climático y la protección del medio ambiente están recibiendo cada vez más atención en el debate mundial sobre la seguridad social. Esto se debe principalmente al papel fundamental que desempeñan las prestaciones y los servicios de seguridad social en la mitigación de los efectos socioeconómicos adversos del cambio climático en las personas y las familias, así como a las dificultades crecientes a las que se enfrentan los sistemas de seguridad social debido a la naturaleza cambiante de los riesgos climáticos.
Los países del África del Norte reaccionaron con rapidez a la propagación del coronavirus. Declararon el estado de emergencia nacional, se impuso el confinamiento general y se cerraron las fronteras a partir de la aparición de los primeros casos de personas infectadas. También se pusieron en funcionamiento sistemas para realizar pruebas y supervisar sistemáticamente los casos confirmados. Además, se reforzaron y reconfiguraron los centros de salud y los hospitales a fin de mejorar la atención a los pacientes de COVID-19. Todo ello ha generado resultados satisfactorios en lo que se refiere al control de la propagación de la pandemia.