Un proceso de comunicación bien definido es un elemento fundamental de la buena gobernanza en los regímenes de seguridad social. Los informes actuariales y financieros basados en datos, hipótesis y metodologías sólidas contribuyen a la sostenibilidad financiera de los regímenes. La información presentada en dichos informes puede emitir “señales de alarma anticipadas” si un régimen experimenta dificultades. Puede reconocer las tendencias a corto y largo plazo capaces de comprometer la sostenibilidad del régimen y como consecuencia desencadenar una consulta con el público y otras partes acerca de la sostenibilidad del régimen. El suministro de información clara y accesible también mejora la confianza del público en el régimen de seguridad social y es capaz de reforzar el respaldo público y político.
La comunicación a través de un proceso de información oficial y por otras vías es un componente importante del trabajo actuarial. La institución de seguridad social, con la colaboración de los actuarios, garantizará un proceso de información y comunicación robusto con datos exactos, pertinentes y oportunos. Esta parte deberá consultarse junto con las Directrices sobre la Comunicación de las Administraciones de Seguridad Social.