En un momento en que las formas de trabajo y de colaboración evolucionan y se diversifican (tiempo parcial, teletrabajo, adscripción a tiempo parcial en otras direcciones, misiones en el terreno), la comunicación interna puede usarse como herramienta para crear y reforzar la identidad corporativa y la cultura de una institución a través de la promoción de los valores característicos de esta identidad, como la cultura del trabajo en equipo, la colaboración y la excelencia del rendimiento, gracias a la intensificación del sentido de pertenencia del personal, su dedicación y su compromiso con la excelencia de los servicios.