La institución invierte continuamente en crear y mejorar la capacidad de liderazgo del personal. La división de recursos humanos identifica y proporciona formación del personal con capacidades de liderazgo que pueden ocupar puestos de mayor responsabilidad en función de las necesidades de la institución. La política se aplica de forma igualitaria y transparente, sin favorecer a ningún empleado y sin discriminar por motivos de raza, edad, género o identidad de género, etnia, religión, discapacidad u otras características. La transición digital de la institución requiere conjuntos de competencias técnicas y de gestión y habilidades sociales, emocionales y de colaboración, así como aptitudes para la creatividad, el aprendizaje permanente y la innovación.