Unas sólidas convicciones en materia de inversiones que requieren el apoyo de toda la institución, están en consonancia con los objetivos e informan sobre toda la toma de decisiones en materia de inversiones que se acuerdan y documentan.

La inversión es fundamental para emitir juicios y adoptar decisiones en el presente, normalmente en relación con el pasado, para hacer frente o aprovechar un futuro incierto. Los inversores hacen esto mediante la utilización de sus convicciones subyacentes acerca de cómo funciona el mundo. La calidad de esas convicciones subyacentes constituye un importante factor determinante del éxito de las inversiones.

Las convicciones son hipótesis de trabajo sobre el mundo de las inversiones que subyacen a las prácticas y las decisiones en materia de inversiones y que, cuando se desarrollan y comparten, ayudan a hacer que la fijación de objetivos y la adopción de decisiones sean más eficaces. Las convicciones de mayor utilidad describen con precisión los resultados futuros, aseguran el apoyo de toda la organización y son detalladas. Todas las decisiones en materia de inversiones se basan en las convicciones; sin embargo, con demasiada frecuencia, estas están implícitas, no están documentadas o no están estructuradas. Las convicciones en materia de inversiones deberán reflejar las opiniones sobre el objetivo general de las inversiones en las áreas de financiación y de gobernanza, así como las convicciones sobre alfa y beta que impulsarán el enfoque y la estrategia de las inversiones.