Las siguientes directrices están divididas en dos partes:

En la Parte A, Condiciones básicas para los programas de prevención, se presentan las cuestiones estructurales que las instituciones de seguridad social han de abordar para apoyar y facilitar la elaboración de enfoques preventivos con y para las empresas.

En la Parte B, Actividades y servicios de prevención, se abordan las actividades y los servicios de prevención específicos que pueden ofrecerse.

En cada una de las partes se agrupan directrices específicas en función de los elementos particulares del programa de prevención. Las directrices se presentan del siguiente modo:

Directriz. La directriz se expone con la mayor claridad posible.

Estructura. Esta es la estructura recomendada para presentar el aspecto particular de un programa de prevención que puede apoyar la aplicación de la directriz y facilitar la promoción del principio en que se basa. Es fundamental que el programa de prevención cuente con una estructura sólida para funcionar de forma eficaz. Esta estructura deberá garantizar una división adecuada de la responsabilidad operativa y de supervisión, así como la idoneidad y responsabilidad de las personas implicadas.

Mecanismos. Existen diferentes formas de aplicar una directriz. Los mecanismos que se recomiendan en el caso de un programa de prevención están diseñados para garantizar una comunicación y unos controles, procesos e incentivos adecuados que hacen posible una adopción de decisiones satisfactoria, una ejecución adecuada y oportuna, unos resultados satisfactorios y una vigilancia y evaluación periódicas.