Entrevista con Audrey Deer-Williams
Directora Técnica Principal
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
Jamaica

¿En su opinión, cuál es la situación actual de la igualdad de género en la seguridad social, en el mundo y en su país?

En el último decenio se han logrado avances en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas mediante iniciativas de seguridad social y de protección social. Se han adoptado medidas importantes para velar por que las iniciativas de seguridad social sean inclusivas y, al aplicarlas, se tengan en cuenta los matices propios de cada género. No obstante, sigue habiendo problemas considerables. Algunos de ellos son los siguientes:

• La brecha en la cobertura de las mujeres en edad de trabajar y de los niños y adolescentes sigue siendo importante.
• La desigualdad de género suele asociarse únicamente con la idea de las mujeres como grupo vulnerable o en su función de madres y proveedoras de cuidados, y no se tienen en cuenta otras cuestiones socioeconómicas, como la seguridad de los ingresos.
• En los programas no se integran plenamente criterios relacionados con la ubicación, el origen étnico, la discapacidad y los prejuicios sociales, que agravan las diferencias de género y exacerban las desigualdades.

Para establecer un programa de seguridad social bien concebido y sensible a las cuestiones de género se deben tomar en consideración la dinámica de las diferencias basadas en el género y sus consecuencias deliberadas y no intencionadas, a fin de establecer un buen fundamento para los objetivos, el grupo destinatario, las condiciones de elegibilidad, las prestaciones, la cobertura geográfica, la envergadura y los sistemas de suministro de las prestaciones. Para lograrlo, las instituciones de seguridad social deben reconocer y dar respuesta a las diferencias entre hombres y mujeres en relación con las necesidades básicas, las carencias, los riesgos y la vulnerabilidad en distintos momentos del ciclo de vida.

¿Cuál ha sido el impacto específico del COVID-19 en la situación social y económica de las mujeres?

Si bien todas las personas se enfrentan a desafíos sin precedentes, las mujeres son las principales afectadas por las repercusiones económicas y sociales de la COVID 19. A pesar de los avances realizados hacia la igualdad de género en Jamaica, los efectos de la pandemia de COVID 19 han exacerbado determinadas dificultades a este respecto. Algunos de estos desafíos son los siguientes:

• El riesgo de exposición de las mujeres a la violencia de género aumenta debido a la imposición del confinamiento domiciliario y del toque de queda.
• Las mujeres son más vulnerables a contraer el virus, puesto que representan la mayor parte de los trabajadores que dan respuesta a la pandemia en primera línea. En particular, las mujeres constituyen al menos el 60 por ciento de todo el personal sanitario y de servicios sociales.
• La pérdida de medios de subsistencia afecta especialmente a quienes trabajan en el sector de los servicios. Las mujeres están representadas desproporcionadamente en los sectores perjudicados en 2020, como el comercio mayorista y la venta minorista, y los servicios de alojamiento y alimentación.
• Las medidas de cuarentena mediante las que se confina a las personas en sus casas, el cierre de las escuelas y de las guarderías y la carga del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado han tenido efectos importantes en la vida de las mujeres. Para las madres trabajadores, esas medidas han significado tener que combinar un empleo a tiempo completo con el cuidado de los hijos y las responsabilidades escolares.
• Las mujeres pobres y marginadas corren un riesgo aún más elevado de contraer y transmitir la COVID 19, y de fallecer a causa de la enfermedad.

¿Las medidas de seguridad social puestas en marcha han reducido el impacto negativo de la pandemia de COVID-19 en las mujeres?

Para luchar contra los efectos de la pandemia de COVID-19, se ha adoptado un criterio de transformación de las cuestiones de género. Este planteamiento se ha utilizado en el contexto de los programas nacionales y los imperativos de política, como la Política Nacional para la Igualdad de Género y la Estrategia de Protección Social. El Gobierno ha adoptado medidas para promover la autonomía económica y la seguridad de los ingresos de las mujeres, en particular aquellas de los sectores socioeconómicos menos favorecidos. Algunas de esas medidas son las siguientes:

• Se ha reforzado el apoyo a las víctimas de violencia de género mediante la apertura de un centro adicional para acoger temporalmente a las víctimas y a sus hijos.
• Se ha proporcionado un conjunto de ayudas alimentarias a quienes trabajan en el hogar, a las víctimas y las supervivientes de violencia de género y a otros beneficiarios vulnerables, con miras a mantener la seguridad alimentaria de esos hogares.
• Se ha aplicado un conjunto de medidas a las madres adolescentes inscritas en el programa del Gobierno para madres adolescentes, con el objetivo de ayudar a las madres jóvenes a mantener un nivel de vida digno durante la crisis. Proteger su dignidad ha sido fundamental para que conservaran la autoestima y la confianza en sí mismas, lo cual, a su vez, es importante para hacer frente a situaciones estresantes y posiblemente abrumadoras.
• El Gobierno, en respuesta a los efectos económicos de la pandemia de COVID 19, ha concedido a los beneficiarios del programa PATH un subsidio añadido en forma de pago monetario. Esta medida ha aumentado de forma efectiva, en un 50 por ciento, la cuantía total que los beneficiarios, entre ellos las mujeres embarazadas y las madres lactantes, habrían recibido en el mismo período en circunstancias normales.

¿Cuál es su mensaje a las mujeres en este día?

Las mujeres son el pilar fundamental de la respuesta mundial a la pandemia de COVID 19. Constituyen la mayor parte de los trabajadores sanitarios y desempeñan el 76 por ciento de los cuidados no remunerados, también de personas enfermas, en todo el mundo. Es importante adoptar un planteamiento de la seguridad social que tenga en cuenta la perspectiva de género, especialmente si se desean mitigar los efectos de la pandemia en las mujeres y los niños. Según la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, no hay que dejar a nadie atrás. En este contexto, se debe atribuir a las cuestiones de género una importancia prioritaria al establecer disposiciones de seguridad social y protección social.