COVID-19

La respuesta de la seguridad social a la crisis de la COVID-19: el caso del África del Norte

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La respuesta de la seguridad social a la crisis de la COVID-19: el caso del África del Norte

Los países del África del Norte reaccionaron con rapidez a la propagación del coronavirus. Declararon el estado de emergencia nacional, se impuso el confinamiento general y se cerraron las fronteras a partir de la aparición de los primeros casos de personas infectadas. También se pusieron en funcionamiento sistemas para realizar pruebas y supervisar sistemáticamente los casos confirmados. Además, se reforzaron y reconfiguraron los centros de salud y los hospitales a fin de mejorar la atención a los pacientes de COVID-19. Todo ello ha generado resultados satisfactorios en lo que se refiere al control de la propagación de la pandemia.

Sin embargo, no habría sido posible lograr estos resultados si no se hubieran adoptado de forma simultánea medidas de apoyo a los ciudadanos y mecanismos dirigidos a ayudar a las empresas más perjudicadas por la crisis. Las instituciones de seguridad social han desempeñado un papel fundamental en la elaboración de estas políticas. Han demostrado una notable agilidad y capacidad de respuesta para adaptar sus estructuras y procedimientos internos, lo que les ha permitido hacer frente al aumento repentino de la carga de trabajo con una plantilla más reducida, puesto que sus trabajadores también estaban sometidos a las normas de confinamiento.

Medidas adoptadas por las instituciones de seguridad social en beneficio de sus miembros

Las medidas de seguridad social aplicadas por las distintas instituciones de la región consisten en simplificar los procedimientos administrativos, acelerar (o incluso adelantar) el pago de las prestaciones, limitar en la medida de lo posible las visitas presenciales de los beneficiarios a las oficinas y, de este modo, evitar aglomeraciones. Para apoyar a los empleadores, las instituciones de seguridad social han flexibilizado los controles y ampliado los plazos para el pago de las cotizaciones. Algunas de las medidas adoptadas con mayor frecuencia son las siguientes:

  • Agilización de  procedimientos administrativos mediante la relajación de los controles y la ampliación de los derechos para la obtención de prestaciones. El requisito de presentar documentación de forma periódica para obtener las prestaciones se ha suspendido durante el confinamiento. Además, se han abonado de manera temprana algunas prestaciones y se ha eximido a los ciudadanos de determinadas condiciones de elegibilidad;
  • Aplazamiento de los controles médicos rutinarios para la obtención de las prestaciones por invalidez, accidente de trabajo y enfermedad profesional. Las revisiones médicas se han sustituido con controles administrativos en el  domicilio;
  • Escalonamiento de las fechas de pago de las prestaciones mensuales para evitar las aglomeraciones en las oficinas de correos (por ejemplo, en Túnez, el 60 por ciento de los pensionistas del sector privado reciben la pensión por medio de giros postales electrónicos);
  • nuevas formas de cooperación con los servicios postales nacionales, como la participación de los trabajadores de correos en el pago a domicilio de las pensiones de vejez e invalidez, y la entrega a los beneficiarios de giros electrónicos mediante una tarjeta gratuita que les permite retirar el importe de la pensión en los cajeros automáticos autorizados por la oficina de correos y realizar compras por vía electrónica.

Medidas operativas y reestructuración interna

A fin de aplicar esas nuevas medidas y habida cuenta de los nuevos objetivos fijados para el período de la crisis sanitaria y las presiones añadidas por la obligación de los empleados de respetar el distanciamiento físico, las instituciones de seguridad social han tenido que adaptar sin demora sus estructuras y actuar con rapidez para redistribuir al personal y dotarlo de nuevas capacidades.

A continuación, se presentan algunos ejemplos de las medidas resultantes:

  • Se han creado turnos para los empleados que no tienen la posibilidad de trabajar desde casa, con el objetivo de garantizar la continuidad de los servicios y el pago de las prestaciones.
  • Se han establecido acuerdos de teletrabajo para el personal cuya presencia física en el lugar de trabajo no sea necesaria, y se ha proporcionado el equipo requerido. El teletrabajo se regirá por las mismas normas de jerarquía administrativa, horario de trabajo, vacaciones anuales y gestión del rendimiento que se aplican al empleo normal. Se ha ofrecido orientación a los trabajadores para proteger su salud y seguridad, y para garantizar la integridad de los sistemas de información de las instituciones de seguridad social.
  • Se ha enviado una carta a los beneficiarios (pensionistas, afiliados y miembros) para informarles sobre los servicios en línea, las aplicaciones para teléfonos inteligentes, los centros de atención telefónica y otras vías de comunicación, y para alentarlos a que utilicen estos recursos. También se han iniciado campañas de información para poner en conocimiento de los usuarios los nuevos procedimientos simplificados que se han establecido.

Medidas adoptadas en la región para ayudar a los grupos socioprofesionales vulnerables y a los empleadores con dificultades

En Túnez, con el objetivo de promover el mantenimiento del empleo y garantizar ingresos a los empleados durante el período de confinamiento, el 21 de marzo de 2020 se adoptó la decisión de 1) habilitar una línea de financiación por valor de cerca de 300 millones de dinares tunecinos (TND) para apoyar a los trabajadores cuyo contrato de trabajo hubiese sido suspendido; 2) crear un paquete de financiación excepcional de 150 millones de TND para ayudar a los grupos desfavorecidos mediante el pago de subsidios; y 3) aplazar por seis meses los pagos mensuales de los préstamos bancarios de los empleados cuyos ingresos mensuales no superen los 1 000 TND.

Cerca de 260 000 familias necesitadas se han beneficiado de este programa, así como 464 000 familias de bajos ingresos, 382 familias con necesidad de apoyo para cuidar de niños pequeños, 121 familias que deben atender a familiares de edad avanzada y 286 familias que tienen a su cuidado personas dependientes con necesidades especiales. También se han suministrado prestaciones sociales excepcionales de 100 TND a 140 000 personas jubiladas, cuya pensión mensual es de 180 TND o inferior.

Por su parte, Argelia ha concedido una prestación de solidaridad especial, compuesta por dos pagos de 10 000 dinares argelinos (DZD) cada uno, a los empleados por cuenta propia y a las familias necesitadas que se han visto perjudicadas por las medidas adoptadas para combatir la propagación del coronavirus. También se ha ayudado a las empresas. En concreto, 73 635 empleadores han obtenido una ampliación de 30 días del plazo para pagar las cotizaciones correspondientes a abril de 2020, y los trabajadores por cuenta propia se han beneficiado de una medida equivalente. Se ha concedido a los cotizantes sometidos a sanciones por retrasos en el pago una moratoria de seis meses de los sobrecargos y multas pendientes. También se han establecido planes de pago de las deudas pendientes de los empleadores con deudas vencidas e impagadas de todos los distritos administrativos (wilayas).

El Comité de Inteligencia Empresarial (Comité de Veille Economique – CVE), organismo creado en Marruecos para supervisar la situación económica del país durante la crisis del coronavirus, ha aplicado un conjunto de medidas destinadas a las pequeñas y medianas empresas, en particular, la suspensión del pago de las cotizaciones a la seguridad social.

Asimismo, a fin de anticiparse a una crisis social inminente debido al cierre de múltiples fábricas, hoteles y cafeterías, y a la suspensión masiva de contratos de trabajo en muchas empresas, se ha permitido a los empleados afiliados a la Caja Nacional de Seguridad Social (Caisse nationale de sécurité sociale – CNSS) solicitar una ayuda mensual neta de 2 000 dírhams marroquís (MAD) a cargo del fondo que les ayude a hacer frente a los efectos de la crisis. La ayuda es una iniciativa del Rey y está dotada de cerca de 30 000 millones de MAD.

Los trabajadores que hayan sido despedidos siguen recibiendo subsidios familiares y contando con la cobertura del seguro de salud obligatorio. Los afiliados a la CNSS pueden, además, solicitar un aplazamiento de tres meses del pago de las cuotas de los créditos al consumo y las hipotecas.

Conclusión

La respuesta de los sistemas de protección social del Magreb a la crisis sanitaria de la COVID-19 ha revestido una importancia vital para las personas y las empresas de la región. La utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y la implicación acertada de los países ha sido fundamental. Si bien es cierto que la mayor parte de las instituciones de seguridad social de la región habían iniciado el proceso de digitalización de las actividades mucho antes de la llegada de la crisis, es innegable que la COVID-19 ha impulsado más aún esta iniciativa. Por ejemplo, el proyecto de crear un identificador único, que había pasado de un gobierno a otro tras la Revolución tunecina, finalmente ha llegado a buen término durante esta crisis. Este sistema ha permitido proporcionar apoyo a cientos de miles de familias necesitadas que hasta ahora no habían podido ser identificadas.

Los responsables de las instituciones de seguridad social del Magreb son plenamente conscientes de que lo más duro aún está por llegar. Efectivamente, las dificultades derivadas de la recesión económica –la pérdida de empleos y la quiebra de empresas provocadas por la crisis sanitaria– se añaden a los problemas preexistentes a los que se enfrentan estas instituciones, muchas de las cuales atraviesan ahora apuros financieros. Para superar estas dificultades tendrán que demostrar el mismo grado de innovación y voluntad que les ha caracterizado durante la fase de confinamiento.