Por lo tanto, el Seminario tuvó como objetivo poner de manifiesto las diferentes posibilidades de utilizar la seguridad social para aumentar la capacidad de las personas de gestionar los riesgos sociales que enfrentan, adoptar decisiones adecuadas y fomentar el sentido de responsabilidad. La seguridad social se convierte de este modo en una inversión en la persona, que implica ciertas expectativas en cuanto a su comportamiento y sus decisiones.
El enfoque proactivo y preventivo en materia de seguridad social remite a una concepción de la protección social basada en el desarrollo de las capacidades de la persona. Tiene por objeto, inter alia , brindarle la oportunidad de tomar sus propias decisiones y de gestionar los riesgos sociales a los cuales se enfrenta de manera apropiada y de la forma más autónoma posible. Este último punto refleja uno de los elementos fundamentales del enfoque proactivo y preventivo, y supone una mayor inversión en la persona, acompañada sin embargo de ciertas expectativas en lo que respecta a su comportamiento, sus decisiones y sus responsabilidades.
El objetivo del presente Seminario era examinar las diferentes posibilidades que existen para utilizar la seguridad social con miras a potenciar la capacidad de las personas para gestionar los riesgos sociales a los que se enfrentan, y para tomar decisiones adaptadas a sus necesidades, desarrollando al mismo tiempo su sentido de la responsabilidad. Esto exige que las personas tomen conciencia de que la seguridad social ofrece un potencial y una riqueza colectiva que deben conservarse y que no sólo corresponde a las generaciones actuales, sino también a las futuras generaciones. Con el fin de tratar este tema, hemos optado por abordarlo por medio de tres temas subyacentes al mismo: las transferencias de efectivo (in)condicionales, las políticas de inversión social y el aumento de la sensibilización de los asegurados sociales: hacia una mayor autonomía.