Con el surgimiento de la pandemia de COVID‑19 en marzo de 2020 y los cierres temporales impuestos a empresas y establecimientos, casi 700 000 personas que quedaron desempleadas en mayo de 2020 reunían las condiciones exigidas para recibir prestaciones de desempleo.

Desde principios de 2020, la pandemia de COVID‑19 ha desafiado al mundo con una situación extrema, que ha tenido numerosas repercusiones en diferentes ámbitos, entre ellos los planes de protección social y las organizaciones de seguridad social, debido al elevado número de casos de desempleo, enfermedad y muerte entre la población cubierta. Esta situación ha obligado a las autoridades a adoptar medidas para ofrecer una protección más completa a la población cubierta y a los empleados.