El término BRICS se refiere al Brasil, la Federación de Rusia, la India, la República Popular de China y la República de Sudáfrica, que, en conjunto, representan más del 40 por ciento de la población mundial y el 27 por ciento del PIB mundial.
En los últimos años, los países del grupo BRICS han cobrado cada vez más importancia a nivel internacional, no solo por su rápido crecimiento económico y el consiguiente aumento de su importancia política, sino también por su compromiso sustancial con la protección social y la ampliación significativa de la cobertura de la seguridad social.
Habida cuenta de estas importantes tendencias, la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) ha puesto en marcha un proyecto para seguir de cerca la evolución de la seguridad social en los países del grupo BRICS, en particular la ampliación de la cobertura.
Evolución de la seguridad social en los países del grupo BRICS
Brasil
En Brasil, la combinación de un rápido crecimiento económico y de políticas progresistas de seguridad social (contributiva y financiada por los impuestos) ha llevado en la última década a la extensión de la cobertura y a una disminución de las desigualdades. Entre 2004 y 2014, los empleos en el sector formal aumentaron de 37,6 millones a 56,5 millones; el número de pequeñas y microempresas que cotizan a programas de seguridad social pasó de alrededor de 2 millones a más de 10 millones; la cobertura de los trabajadores domésticos subió del 28 por ciento a 40 por ciento; más de 1,3 millones de hogares vulnerables estaban cubiertos por algún programa de seguridad social. La desaceleración del crecimiento económico y la evolución de las tendencias demográficas exigirán una mayor adaptación del sistema de seguridad social para garantizar el mantenimiento y el fortalecimiento de los logros obtenidos hasta la fecha.
Federación de Rusia
La Federación de Rusia heredó de la era soviética un sistema universal de seguridad social. En los últimos 20 años, el país atravesó un periodo de transición y se topó con varios importante desafíos sociales, económicos y demográficos que generan presión sobre los regímenes existentes y ponen en riesgo la cobertura universal. Para hacer frente a los nuevos retos y a las crecientes desigualdades, en particular entre las áreas rurales y urbanas, se han introducido, en áreas esenciales de la seguridad social, muchas reformas de políticas y mejoras orientadas a impulsar la eficiencia del sistema, tanto en los programas obligatorios como en los voluntarios.
India
Si bien dos décadas de reformas económicas en India han resultado en cambios notables en el funcionamiento de la seguridad social, la persistencia de una importante economía informal y rural y los altos niveles de pobreza hacen sombra a los progresos del país en materia de cobertura de la seguridad social. Gracias al uso innovador de las TIC, se han introducido nuevos programas gubernamentales de seguridad alimentaria, atención médica para los pobres y transferencias monetarias y se está extendiendo gradualmente la cobertura de atención médica y de accidentes profesionales en los centros industriales. Otras iniciativas comunitarias, entre ellas microseguros de protección sanitaria y micro-regímenes de pensión asociados al sector privado, también ofrecen acceso a la protección social.
China
En las dos últimas décadas, China ha sido testigo de una importante y rápida extensión de la cobertura de los regímenes contributivos y no contributivos, respaldados por una transformación de la gestión y la administración y el uso innovador de las TIC. China ha establecido un sistema casi universal de seguridad social basado en el seguro social (pensiones, atención médica, desempleo, accidentes del trabajo y maternidad) y una asistencia social centrada en las pensiones básicas, la atención de salud básica y una garantía mínima de subsistencia financiada por los impuestos en todas las áreas urbanas y rurales.
Sudáfrica
El acceso a la seguridad social es un derecho constitucional en Sudáfrica. La cobertura es generalizada y las prestaciones abarcan todos los riesgos tradicionales mediante la provisión de subsidios financiados por los impuestos (vejez, invalidez y sobrevivientes, asignaciones familiares) y programas contributivos para los trabajadores asegurados (enfermedad y maternidad, accidentes y enfermedades profesionales, desempleo). Estas medidas se completan con otras medidas, como el acceso a la atención médica, la educación y los servicios sociales. Sudáfrica tiene una importante experiencia de mejora del acceso a las prestaciones facilitada con el uso de nuevas tecnologías.