Las organizaciones miembro de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) abarcan un grupo amplio y diverso de instituciones de seguridad social de la mayoría de los países del mundo, tanto del sector ocupacional como del no ocupacional. Además de los nuevos cambios económicos, demográficos y del mercado laboral, muchas de estas organizaciones se enfrentan a otros desafíos significativos. Cada una de ellas ha elaborado enfoques específicos a fin de reducir la incorporación de personas con discapacidad al sistema de seguridad social y de mejorar su viabilidad financiera, contribuyendo al mismo tiempo a la reducción general de la incidencia que ejercen las afecciones invalidantes en muchas partes interesadas de su competencia.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que entró en vigor en 2008, exige que las instituciones de seguridad social ayuden en sus diversas áreas de competencia, en especial en los países que han ratificado la Convención, a introducir medidas de apoyo que promuevan y defiendan la implementación de buenas prácticas en los programas de regreso al trabajo, como lo indica el artículo 27, sección 1(k) de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

En este contexto, por medio de un amplio proceso de consulta internacional, la AISS ha identificado los modelos exitosos de buenas prácticas que incluyen políticas, procesos y procedimientos diseñados e implementados por las instituciones de seguridad social. Estos modelos se elaboran para identificar enfoques que permitan a los responsables de las decisiones de las instituciones de seguridad social emprender su propio proceso e influir en su área de competencia.

Estas directrices se diseñaron para:

• destacar las opciones estratégicas para que las instituciones de seguridad social alcancen estos resultados;
• estimular las discusiones en torno a las buenas prácticas en los programas de las instituciones de seguridad social de regreso al trabajo;
• identificar los elementos de diseño decisivos para el éxito;
• ofrecer herramientas prácticas de implementación.

El regreso al trabajo es uno de los temas transversales de la seguridad social, junto a la prevención de los accidentes y enfermedades invalidantes y a los esfuerzos de promoción de la salud más generales que forman parte del enfoque proactivo de los sistemas de seguridad social. Por lo tanto, deben abordarse y respaldarse simultáneamente por medio de un mandato integrado y coordinado de reducción de la incidencia o de la gravedad de las condiciones invalidantes, de mantenimiento de las relaciones de empleo para las personas con discapacidad y de disminución de la incorporación o de la dependencia del sistema de seguridad social por parte de las personas que han contraído una afección invalidante y consecuentemente perdido el empleo. A este respecto, las Directrices de la AISS sobre el Regreso al Trabajo y la Reintegración deben utilizarse junto con las Directrices de la AISS sobre la Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo y a las Directrices de la AISS sobre la Prevención de Riesgos Profesionales y comprenderse como una herramienta integral para la alta administración de las instituciones de seguridad social.